-Hello? Michael?
-Who are you? There is no Michael here, he must have changed his number.
-Oh… okay, thanks.
-Bye
Michael and I have never met. He doesn’t know who I am, but due to this funny anecdote, I was able to gather some information about him.
A few months ago, I had to get an American phone number. One day, I suddenly appeared in a group chat full of strangers that thought that I was someone named Michael.
Since then, I have been receiving calls and texts addressed to him, and with this information, I have been able to imagine how Michael's life is on a day-to-day basis.
Michael Hayes, the mysterious man whose face I don’t know, with whom I share a weird relationship that he is unaware of.
I have heard his name so many times and I have been given so much information through his friends and family that he has become a part of my life.
This is my gift to Michael, for all the time that we haven’t spent together, all the funny moments that I haven’t spent with him, this portrait of his personality, that he will never see, just as I will never see his face.

-¿Hola? ¿Michael?
-¿Quién es? Aquí no hay ningún Michael, debe haber cambiado su número.
-Oh… vale, gracias.
-Adiós
Michael y yo nunca nos hemos conocido. Él no sabe quien soy, pero debido a esta anécdota, yo he sido capaz de reunir alguna información sobre él.
Hace unos meses tuve que conseguir un número de teléfono americano. Un día aparecí de repente en un grupo de chat lleno de extraños que pensaban que era Michael.
Desde entonces, he estado recibiendo llamadas y mensajes dirigidos a él, y gracias a esta información he sido capaz de imaginarme como es la vida diaria de Michael.
Michael Hayes, el hombre misterioso cuya cara no conozco pero con el cual comparto una extraña relación de la que el no está al tanto.
He escuchado su nombre tantas veces, y he recibido tanta información a través de sus amigos y familia que se ha convertido en parte de mi vida.
Este es mi regalo a Michael, por todo el tiempo que no hemos pasado juntos, por todos los momentos divertidos que no he disfrutado junto a él, este retrato de su personalidad, que él nunca podrá ver, al igual que yo nunca podré ver su cara.